¿Cómo cuidar el contorno de los ojos?
La piel del contorno de los ojos es muy fina y delicada. Allí suelen aparecer los primeros signos visibles de la edad, pero también los del cansancio: las ojeras y las bolsas delatan la falta de sueño o el estrés y alteran la luminosidad de los ojos y la tez.
Los gestos esenciales
Masajear el contorno del ojo
Las arrugas del contorno de los ojos son consecuencia de una combinación de movimientos musculares repetidos y del envejecimiento cutáneo. Las bolsas se producen por la acumulación de linfa bajo el ojo, un fenómeno que se incrementa con la edad. Las ojeras, por su parte, se deben al estancamiento de los pigmentos sanguíneos bajo el ojo. El masaje puede ayudar a resolver estos problemas. Tendrá un efecto beneficioso sobre las ojeras y las bolsas. Masajea suavemente la zona con las yemas de los dedos, desde el interior al exterior, sin olvidar los párpados ni las cejas.
Hidratarse
La hidratación desempeña un papel fundamental en la belleza del rostro. Beber suficiente líquido asegura una buena circulación sanguínea y linfática, lo cual es esencial para un contorno de ojos terso y radiante. Cuando la piel está deshidratada, pueden aparecer líneas de deshidratación alrededor de los ojos. ¡Razón de más para hidratarse regularmente!
Cuidado con el sol
El contorno de los ojos necesita cuidados, al igual que la piel del rostro. La piel es fina y delicada, por lo que es esencial protegerla e hidratarla a diario. Utiliza un producto específico para el cuidado de los ojos por la mañana y la noche, y guárdalo en un lugar fresco para beneficiarte del frío durante la aplicación.
Desmaquillarse con cuidado
Por la noche, desmaquilla bien tus ojos. Corrector, máscara de pestañas, sombra de ojos… La piel del contorno de los ojos necesita liberarse de los pigmentos para poder respirar, regenerarse y beneficiarse plenamente de los principios activos del tratamiento para el contorno de los ojos.
Cuidado con el sol
Una exposición excesiva al sol, especialmente sin protección solar, acelera el envejecimiento de la piel. Proteger el rostro de los rayos UV, sobre todo en las zonas frágiles, limita la aparición de los signos visibles de la edad.