La importancia de una buena alimentación para la piel
Hoy en día vivimos en una sociedad con muchas preocupaciones, y entre ellas, están las cuestiones de la salud y la belleza para mantener nuestra piel sana, tersa y sin imperfecciones.
Quizás alguna vez te habrás preguntado por qué, a pesar de aplicar rutinas diarias de cuidado de la piel (limpieza e hidratación matutina y nocturna, productos de calidad, etc.), tu piel no consigue estar como te gustaría.
¿Por qué hay mujeres que continúan teniendo acné a los 40 años? ¿Por qué tu piel tiene una apariencia apagada?
Consigue una piel sana gracias a la alimentación
¿Sabías que…? Las células de la piel se renuevan cada 28 días, por eso es tan importante comer siempre bien.
La importancia de la alimentación es básica, si sabemos que la piel se nutre desde el interior, y una incorrecta alimentación se refleja en el aspecto exterior. Este resultado es visible tanto en la piel, como en el cabello y las uñas, y en general, en todo nuestro cuerpo.
Como ya sabemos, nuestra piel es el órgano más grande y está interconectado con todo el organismo. Por ello, si tenemos problemas de hígado o malas digestiones, esto se verá reflejado en el estado de la salud de la epidermis. En cambio, si tenemos problemas respiratorios o alergias alimentarias, veremos problemas cutáneos como la psoriasis o los eccemas.
Conociendo cómo funciona nuestra piel, es la hora de ponerle atención a nuestras dietas diarias e incluir alimentos saludables y ricos en vitaminas y nutrientes, para conseguir ayudar y mejorar la salud de nuestro organismo y nuestra piel.
A continuación, os dejaremos una pequeña guía para que conozcáis todos los beneficios de una buena alimentación.
Piel firme: Colágeno y Elastina
El colágeno y la elastina son importantes para mantener la piel firme y evitar la flacidez. Para conseguir este resultado, necesitaríamos consumir 2 raciones al día de proteínas:
– Proteína de origen vegetal: los garbanzos, la quinoa, la combinación de cereales con legumbres o frutos secos.
– Proteína de origen animal: el huevo, la carne blanca (pollo, pavo, conejo…), el pescado y los lácteos (yogur, leche, queso…).
Piel sin arrugas: Vitamina C
Como ya conocemos, la vitamina C es un gran antioxidante y un nutriente necesario para producir colágeno.
Encontramos la vitamina C en:
– Cítricos: limones, pomelo, naranjas…
– Fresas, tomates, manzana, melocotón, albaricoque, piña, kiwi…
– Vegetales: brócoli, acelgas, espárragos, pimiento…
Piel hidratada: Vitamina A y Betacarotenos
Si tu piel está seca, áspera, agrietada, con presencia de granitos y espinillas, se debe a la falta de vitamina A y betacarotenos en tu organismo.
Esto es debido a que la vitamina A y los betacarotenos tienen propiedades antioxidantes y te ayudan a protegerte de los radicales libres tóxicos, internos y externos.
La vitamina A está presente en:
– Lácteos enteros: yogurt y kéfir de cabra, huevos, leche entera…
– Frutas: melón y mango.
– Vegetales: guisantes verdes, pimiento rojo, coles…
Los betacarotenos están presentes en:
– Vegetales amarillos: calabaza, zanahoria y albaricoques.
– Vegetales de hoja verde: espinacas y lechugas.
Piel sana y tersa: Vitaminas del grupo B
Los alimentos con vitaminas del grupo B evitan la acumulación de grasa no deseada en el rostro y en el cabello. Son nutritivos para la piel.
– Cereales integrales, legumbres, huevos, carnes, frutos secos, etc.
Piel rejuvenecida: Vitamina E
Por último, la vitamina E combate los radicales libres, causantes del proceso del envejecimiento de las células y de la piel. Por lo tanto, tiene un poder antiaging.
– Frutos secos: pipas de girasol, de calabaza, almendras o nueces. También está presente en el jengibre en polvo, germen de trigo, verduras de hoja verde, etc.
Todas las vitaminas y nutrientes deberían de estar presentes en una buena alimentación saludable y en una proporción correcta, para mantener un equilibrio y no tener déficits o excesos que podrían ser perjudiciales para nuestra salud.
Fuente: Akytania