Rutina facial antiage: 4 Ingredientes indispensables
Los activos más potentes para prevenir el paso del tiempo y lucir un rostro renovado.
La ciencia cosmética moderna no defrauda. Cada día los productos de cuidado facial vienen con mejores fórmulas y componentes para lograr un cutis impecable año tras año.
Si hablamos de ingredientes con efecto antiedad son varios los elegidos, pero en Beautyfile seleccionamos un top de favoritos para recomendar según cada necesidad.
VITAMINA C + ÁCIDO FERÚLICO
Un potente antioxidante. Muy de moda en el último tiempo, la vitamina C ha demostrado que puede proteger la piel de los rayos UV y de los daños causados por los radicales libres.
Otro de sus beneficios es que favorece la creación de colágeno, y ayuda a corregir algunos problemas de hiperpigmentación en la capa superficial de la piel, especialmente cuando trabaja en conjunto con el protector solar.
Su principal promesa es la luminosidad y para conseguirla, la combinación ideal incluye el ácido ferúlico. Un suero con estos elementos retrasa el envejecimiento celular del rostro e inhibe la producción de melanina, para
RETINOIDES
El activo antiage por excelencia. Los retinoides son una molécula derivada de la vitamina A que actúa estimulando la renovación celular, reformulando el colágeno y aportando uniformidad al color del rostro.
Pueden ser de venta libre como el retinol o de prescripción médica como la tretinoína. La clave está en seguir indicaciones específicas para aprovechar su eficacia sin que llegue a irritar la piel.
Es importante que el producto elegido contenga un buen porcentaje de retinol más ingredientes calmantes y antioxidantes que refuercen la barrera de hidratación de la piel.
El horario ideal para usarlo es durante la noche.
AHAS
Los alfahidroxiácidos ayudan a remover las células muertas que permanecen en el cutis, acelerando la aparición de una piel firme y fresca. Hay una gran variedad de ácidos y su rango de acción abarca diferentes necesidades.
Por ejemplo, el ácido glicólico es ideal para iluminar los tonos de piel más claros, mientras que el ácido mandélico favorece a las pieles de tonos más oscuros. Las pieles sensibles pueden recurrir al ácido láctico, ya que su efecto es más suave y pueden tolerarlo mejor.
Al renovar la piel, puede aumentar la sensibilidad a los efectos del sol, por tanto, se recomienda el uso nocturno y no olvidar el protector solar al día siguiente.
ÁCIDO HIALURÓNICO
Por último, pero no menos importante, tenemos un ácido con una acción diferente. En lugar de exfoliar, el ácido hialurónico cuenta con una extraordinaria capacidad hidratante.
Al estar presente naturalmente en nuestro cuerpo, es apto para todo tipo de pieles. Su uso es vital para restaurar la pérdida de humedad, ya que este ingrediente puede conservar muy bien el agua y extraerla del aire o de otros productos de belleza aplicados.
Se puede utilizar en forma de suero, tanto de día como de noche, aplicándolo antes de la crema hidratante.